martes, 26 de octubre de 2010

where is my mind?

Estoy en la cocina de mi casa preparándome un sandwich que será devorado en un santiamén, pero mientras eso sucede, mientras lo preparo, mi mente realmente no está ahí, está en otro lado. No me explico cómo, pero mi mente ha escapado de mi cuerpo y no está ahí conmigo acompañándome, sino que se ha ido; me ha dejado sola porque lo que yo hago en esos momentos no es lo suficientemente interesante como para perder tiempo en eso, asi que decide irse a mi universo paralelo, a mi mundo alterno, a ese que me gusuta crearme con todas las acciones contrarias que me rodean y que repercuten en lo que será mi pensamiento siguiente. No se si me estoy dando a entender, pero lo dudo mucho, en fin, tampoco se trata de que me entiendan. El chiste es que en estos momentos mi mente sigue sin regresasr a mi cuerpo: ya pasaron alrededor de 40 minutos y sigo ausente, actuando en automático, como un ser inherte que actúa porque sí, porque realmente tiene que hacerlo, pero sin pensarlo, sólo hacerlo. Así que si la ven por ahí, si en alguno de sus universos paralelos se topan con mi mente, díganle que regrese a mí, que la extraño, y que me hace falta... y que sin ella no soy yo. :(

Espero

Estaba la rana sentada cantando debajo del agua, cuando de pronto me vió llegar, dió un salto y corriendo se fué (8). Yo corrí lo más que pude a alcanzarla pero mi esfuerzo era inútil. Ella: una rana ágil, en forma, saltarina y en su entorno; contra mi: una debilucha señorita koala que apenas y puede con su alma y que, aparte de eso, tiene que buscar a su mente que nomás no ha regresado. En el fondo, aunque odie a la rana por haberse alejado, en verdad le tengo envidia. Esa capacidad de irse brincando donde nadie la pueda alcanzar ni encontrar tsss, el sueño de cualquier mortal. Pero dudo mucho que a mí me sirviera de algo, porque a pesar de que tuviera ese poder, siempre tendría algo que me haga tener que mantenerme aquí y por lo cual no brincaría ni me iría. Por eso desisto de alcanzar a la rana y me siento a esperar, pienso que la rana tarde o temprano también tiene que regresar. Digo, también debe de haber algo que la mantenga en ese lugar, pienso que sí, que regresará... pero quien sabe cuánto tarde.